El pisco y las jaranas

Celebraciones de Antaño

Cuando la Jarana duraba siete días

Mi Padre me contó una vez que él estuvo en una de estas Jaranas; el dueño de la Fiesta tenía que ser una persona de mucho dinero para poder atender con Pisco, Comida y Música Criolla, durante 7 días seguidos y sus noches, a una gran cantidad de invitados.

Para poder solventar tremenda celebración, muchas casas tenían sus huertos y sus corrales donde criaban patos, gallinas, pollos, chanchos y otros animales que se usaban para celebraciones especiales. Por eso, uno de los dichos comunes dentro de los criollos de la época era “vayan matando”.

Otra costumbre de la época era que en estas fiestas de una semana de duración, cada día tenía su nombre y todo arrancaba dos días antes del cumpleaños:

Día 1 : “La antevíspera”
Día 2 : “La víspera”
Día 3 : “El Santo”
Día 4 : “La Joroba”
Día 5 : “La Rejoroba” (también llamada “La Corcova”)
Día 6 : “El Respinguete”
Día 7 : “El Andavete”

Jaranas de tres días

Estas jaranas fueron las más famosas y era muy conocida la tradición de que cuando llegaba el último invitado a la reunión, se le echaba llave a la puerta de la casa y nadie salía por tres días.

Pero ¿adónde iba a parar la llave de la casa?, se tiraba dentro de una botija de pisco de 70 litros de capacidad, llena hasta el tope y nadie se movía de la jarana, hasta que no se hubiera vaciado esta botija y en consecuencia se pudiera recuperar la llave de la casa.

Los valses se tocaban en vivo, se bailaba día y noche y la cocina nunca paraba.

Uno de los valses criollos más jaraneros, “La Palizada” compuesto por Alejandro Ayarza (Karamanduka) dice en una parte “…pásame la aguilla, la aguilla, la aguilla, la aguilla , la aguilla…” y es que al Pisco le decían “Aguilla” y lo que piden en el valse es que les pasen el Pisco.

Así como este “código” para llamar al Pisco “aguilla” en las jaranas, habían otras formas que se inventaron los antiguos criollos para ingeniárselas para tomarse unos Piscos, muy probablemente a escondidas de las esposas. Una de estas fue el famoso “once” de la época, que era un código para darse una escapada a tomarse un Pisco con una aceituna verde adentro. “Once” se refería a las once letras que tiene la palabra Aguardiente (*)

La costumbre de ponerle una aceituna al Pisco puro tenía que ver con lo preciado de este fruto en la época. Parecía que el costo también era bastante elevado porque el dicho decía “aceituna una”, sin embargo la creatividad y picardía de los criollos agregaron dos versos más : “ y si es buena, una docena”, “pero si es de primera, hasta la aceitunera”.

(*) Tomen nota que la palabra “aguardiente” no es un peyorativo como muchos creen sino, es el nombre genérico de todos los destilados (Vodka, Cognac, Pisco, Whisky, Ginebra, etc). Esta palabra viene del latín “aqua ardens” que es como se le llamó originalmente a los destilados, cuando los primeros alquimistas árabes comenzaron a experimentar con la destilación, en busca del elixir de la juventud. Se le llamó así, porque el líquido incoloro producto de la destilación, ardía en presencia de una llama.

Una anécdota con Amador Ballumbrosio y el Pisco

Hace unos días (Noviembre del año 2009) estuve en la casa de Amador Ballumbrosio en El Carmen en Chincha (a 4 meses de su fallecimiento) visitando a la señora Adelina, su esposa y recordando con ella una linda anécdota.

Un domingo del Verano del año 2000 estuvimos almorzando en su casa con unos amigos y disfrutando de un desfile sinfín de cajoneadores, zapateadores y bailarinas, en medio de humeantes platos de sopa seca, ají de gallina y frejoles con seco que salían de la cocina.

Amador, que estaba desde el día anterior en una Jarana en Ica, llegó como a las 3 de la tarde, lo sentaron a mi costado y comenzamos una charla sobre música, tradiciones y lecciones de violín. De rato en rato, cuando pasaba cerca una de sus hijas, Amador le decía …hijita dame mi pisquito… a lo cual su hija contestaba…¡anda negro borracho, tómate esta cerveza para que se te corte! …

Esta solicitud de Amador se repitió varias veces, cada vez que su hija pasaba por donde estábamos sentados conversando, obteniendo mi compañero de tertulia, siempre la misma respuesta.

Aparentemente ya resignado a no lograr su cometido, tomó del vaso un trago de cerveza. En ese momento le comenté al oído … Amador, parece que en esta oportunidad tu hija pudo mas que tú…, a lo que él me contestó también al oído… Mira hermanito, los años te van a enseñar que la obediencia, es Amor

Una linda faceta como Padre, de nuestro recordado Amador Ballumbrosio.

Si de platos de mi tierra hoy tuviera yo que hablar, pediría un acholado

¡Que vamos a celebrar!